“En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida”. Son palabras de Federico García Lorca, al que el franquismo asesinó y hundió en una cuneta.
El pasado 14 de abril, la Asociación para la Conservación de la Memoria de los Fusilados y Fusiladas y Represaliados en Aranjuez tras la Guerra Civil (ACMFRA) celebró en Aranjuez, en el cementerio de Santa Isabel, junto a los dos mausoleos en el que yacen republicanos y republicanas víctimas de la dictadura, un acto homenaje a la proclamación de la II República, con la participación de miembros de la asociación y familiares y amigos de las víctimas. También asistió el actor Vicente Gil, que leyó unos versos de Antonio Machado en una jornada muy emotiva que sirvió de reconocimiento y agradecimiento a quienes lucharon, dando su vida, por una libertad que hoy disfrutamos.
El 12 de abril de 1931 se celebraron las Elecciones Municipales en las que la corriente republicana triunfó en 41 capitales de provincia, proclamándose, dos días más tarde, la II República española.
Después, el 18 de julio de 1936, un grupo de militares se rebelaron contra el Gobierno republicano y dieron un golpe de Estado, iniciando una guerra civil que sesgó cientos de miles de vidas. A partir de 1939, con la victoria del bando nacional se inició una Dictadura que perpetró durante años miles de asesinatos de personas inocentes que murieron por pensar diferente al régimen franquista. El homenaje recordó y rescató a estas víctimas de Aranjuez y de diferentes municipios de la Comarca que perdurarán siempre en nuestra memoria.
EL RECUERDO a Martin Alonso Alonso
El inexorable tiempo
Caminando en su ritmo
Nos lleva a tu recuerdo
Llorado abuelo querido.
El pilar de la familia
Rodeado de doncellas
Todas con gran osadía
Y a cuál más bella.
Podía con un gran peso
En sus espaldas llevaba
El gobierno de su pueblo
Y el de su amada casa.
Ya con una edad avanzada
A modo de una gran cruz
Su colchón fardo arrastraba
Hacia donde su plenitud.
Le convertiría en mártir
De una guerra perdida
Y que un aciago sufrir
Llenó su cara de cera blanquecina.
Ha muerto un sabio guerrero
Y cada 31 de octubre te honramos
Ante tu vida se ha de quitar el sombrero
Y a tu vera tu muerte lamentamos.
EN EL SILENCIO
En la ciudad de Aranjuez
Enterrados de la guerra
Están nuestros familiares
Su recuerdo nos da pena.
En una grave penuria
Dieron su vida en ofrenda
Les rendimos homenaje
Su vida esta digna y plena.
El alma se nos desnuda
Es aquel dolor tan grande
Las campanas tocan quedo
Y suenan como algo muy grave.
Estaba en medio la muerte
Y ríos de pura sangre
Vertidos por los costados
Que pena tan extenuante.
De esta contienda civil
Se oye en el viento los ayes
Están los muertos a miles
Da miedo y mucho coraje.
Yo, Antonia, la biznieta
Vengo a rendir un linaje
En el Monumento templo
De mártires del ultraje.
QUERIDO BISABUELO
Siendo el alcalde del pueblo
Con una edad muy avanzada
Y con razonamientos buenos
Tu opinión era considerada.
Tu nombre Martin Alonso
Hiciste muchas mejorías
Trajiste el agua a las fuentes
Hacías razonar en las riñas.
Estallo profunda guerra civil
En la cárcel fuiste apresado
Fusilado por un verdugo tan vil
Con tus compañeros al lado.
Mantenías siete hijos y nietos
Con hambre y otras penas
También estaban sufriendo
Duras y graves afrentas.
Lloro cuando me cuentan
Que mi madre ya huerfanita
Te esperaba para en tu vuelta
Con alma, la dieras la manita.
A MIGUEL HERNANDEZ
La emoción me embarga
Salgo al encuentro del alma
De Miguel Hernández, amada
Con sentimientos cada mañana.
Tu poesía fresca y entrañable
La vivo como flor aquilatada
De color, belleza y coraje
Alrededor de tu ser, consolada.
Mis manos tallos rugosos
Se vuelven agiles y blancas
En tus versos armoniosos
Donde mi voz se atraganta.
Lloro por tu fantástico don
Desperdiciado en la tierra
Mi cara presa de desolación
Ahora es testigo de tu bandera.
La historia queda maltrecha
Ha muerto un ser inocente
Yo honro tu dura memoria
Te amo y te tengo presente.
Antonia Ayuso.